La Comisión
Europea ha propuesto reforzar los derechos de los
consumidores que compran a través de Internet
en toda la Unión Europea con el objetivo de
impulsar las compras transfronterizas y permitir que
los ciudadanos puedan beneficiarse más fácilmente
de las diferencias de precio de un país a otro.
La nueva norma obligará a los vendedores a
entregar los productos en un plazo máximo de
30 días y garantizará a los consumidores
un periodo de reflexión de 14 días para
retractarse de una compra sin penalización.
La comisaria
responsable de protección de los consumidores,
Meglena Kuneva, destaca que esta iniciativa
es más necesaria que nunca en el actual
contexto de crisis económica. "En
un momento en el que el poder adquisitivo
figura entre las principales preocupaciones
de los ciudadanos, es más importante
que nunca para los consumidores poder comparar
los precios y buscar la oferta más
ventajosa", ha asegurado.
En la Unión Europea, un total de 150 millones
de ciudadanos -es decir, un tercio de la población-
recurren ya a Internet para hacer sus compras,
pero sólo 30 millones adquieren productos
fuera de su Estado miembro (cifra que representa
el 7% de la población adulta comunitaria),
algo que la Comisión Europea explica por
la falta de confianza.
En conjunto,
estos
compradores gastan de media 800 euros por
año en sus compras transfronterizas, es
decir, 24.000 millones de euros en total, según
los datos de Bruselas.
En
el caso de España, el 20% de los ciudadanos ha
comprado productos a través de Internet
durante los últimos 12 meses, pero sólo
el 8% se ha atrevido a hacerlo en otro Estado
miembro.
Normativa extemporánea
Las actuales
reglas
en materia de protección de los
consumidores en la UE están fragmentadas
en cuatro directivas distintas, que en su mayoría
datan de los años 80. Desde entonces, los
Estados miembros han añadido nuevos requisitos
a escala nacional, lo que hace que haya 27 conjuntos
de reglas diferentes.
Por
ejemplo, el plazo de reflexión durante el cual puede
anularse una compra oscila entre siete y quince días
según el país del que se trate.
Para
racionalizar la situación, mejorar la confianza de los consumidores
y dar un impulso a las compras transfronterizas por
Internet, el Ejecutivo comunitario propone una serie
de mejoras en los derechos de los clientes.
En
primer lugar, la nueva norma, que debe
ser aprobada por
los Estados miembros
y por la Eurocámara, exige al vendedor
proporcionar al usuario una información completa
sobre el producto (que incluya por ejemplo sus características,
dirección e identidad del vendedor, precio
con todos los impuestos adicionales y coste del envío)
para que pueda elegir con conocimiento de causa.
La
norma deja claro que, cuando un consumidor
no haya sido informado
de antemano sobre todos los costes extra
y las
tasas adicionales, no
estará obligado a pagarlas
y tendrá derecho a que se le devuelvan. Además,
prohíbe totalmente que en una página
web aparezca preseleccionada una casilla que suponga
un pago extra: por ejemplo, el del seguro voluntario
en el caso de los billetes de avión.
En
segundo lugar, se
obligará a la empresa a entregar
el producto al consumidor en un plazo máximo
de 30 días laborables a partir de la fecha
de la compra. El vendedor deberá asumir todos
los riesgos y costes de deterioro o pérdida
del producto hasta el momento en que llegue a las
manos del comprador.
En
caso de retraso en la entrega,
el
cliente
tendrá derecho
a que se le devuelva el importe (un derecho nuevo
en la mayoría de países) en un plazo
máximo de 7 días a partir de la fecha
en que estaba prevista la entrega.
La
norma
instaura a escala
de
la
UE
un
periodo
de
reflexión común
de 14 días laborables durante el cual
el consumidor puede cambiar de opinión
y retractarse de la compra sin coste alguno.
Se introducirá un
modelo de formulario para realizar esta
operación
fácil de utilizar.
También se establece una lista común
de remedios a los que podrá recurrir el cliente
que haya comprado un producto defectuoso (por ejemplo,
la reparación o la sustitución en primer
lugar y la reducción del precio o la devolución
del dinero sólo en circunstancias específicas).
Se
introduce una "lista negra" de cláusulas contractuales
abusivas que quedan prohibidas en toda la UE y una
lista gris de cláusulas dudosas cuya bondad
deberá demostrar la empresa en cada caso. Y
se refuerza la protección contra la venta forzada,
por ejemplo de los vendedores a domicilio.
Aplicable
a eBay
Las
nuevas
reglas,
especialmente
las que
refuerzan
las
obligaciones
de
información, se aplicarán también
a las subastas en Internet como las que se llevan
a cabo en el sitio eBay, para evitar que los productos
que llegan al comprador no sean como estaban descritos
en la web. No obstante, en este caso no se aplicará el
derecho a un periodo de reflexión de 14 días.
Con las
nuevas normas, el Ejecutivo comunitario espera
que los consumidores
puedan
beneficiarse con más facilidad de las
diferencias de precio entre los Estados miembros.
Por ejemplo, en España, un frasco de perfume
Euphoria de Calvin Klein de 50 ml. cuesta un 21% más
que en Reino Unido; un iPod nano 8GB es un 5,6%más
caro; y unas zapatillas Nike Dart V, un 8,8% más.
Para los
productos electrónicos, España es un 12,4% más
cara que Portugal, mientras que para la ropa los precios
son un 0,8% más altos, según los datos
de Bruselas.
La Comisión prevé que los ingresos del
comercio electrónico asciendan a 128.000 millones
de euros en la UE en 2008 y que crezcan un 230% en
cinco años hasta alcanzar los 291.000 millones
de euros en 2013.
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